Por Dante Gianelli
Los objetivos de esta investigación
Lo que vamos a poner en cuestión, es la siguiente afirmación: “Caro costó a Santa Fe la libertad que le trajo Artigas, pues, con él vinieron los indios que desbastaron todo” (Manuel Cervera 1980, Tomo II: 416). Cervera sostiene además que “(…) la provincia no había tenido ni tuvo la menor parte en la invasión de Artigas” (ibid. Tomo II: 488). Halperín Donghi interviene en esta controversia entre cronistas e historiadores al decir que, “Santa Fe pasará al artiguismo no sin mediar acción militar externa desde la contigua Entre Ríos, pero, gracias, sobre todo, a la presión local a favor de esa solución. (Halperín Donghi 2005: 298).
Si se analiza la historiografía local, sobre este tramo de la historia, nos encontraremos con la recurrencia de la cita comentada más arriba que, Manuel Cervera toma de Domingo Crespo. Esto es casi todo lo que se ha escrito sobre las fuerzas artiguistas y los lanceros mocovíes.
Nuestro cometido fundamental es aclarar lo oscurecido y luego negado por una historiografía que, tengámoslo presente, fue realizada, en gran medida, en el campo de producción historiográfica del mitrismo, de “La conquista del Chaco”1 y del denominado por la prensa santafecina de la época, “El último malón”2, lo que alentó, aún más, una cultura fuertemente racialista3. Recordemos que nuestra historia canónica, los Tomos I, II, III, Historia de la ciudad y la provincia de Santa Fe. 1573 – 1852, fueron editados por primera vez, en 1906, la rebelión, pacifica, mocoví ocurrió en 1904, la ocupación del Chaco culmina en 1917. Cervera, como corresponde a un intelectual representativo y sensible a su medio, fue cabalmente, un hombre de su época, lo que sorprende es que sus juicios sobre Artigas y “los indios” aparezcan incuestionado hasta en obras del siglo XXI.
La primera “invasión” artiguista
Las fuerzas artiguistas comandadas por Manuel Francisco Artigas, Eusebio Hereñú, e integrada por la flotilla fluvial de Luis Lanché, desembarcaron en Santa Fe4 el 20 de marzo de 1815. Tres días después, Díaz Vélez abandonó la ciudad. Y Francisco Antonio Candioti, se hizo cargo del gobierno por nombramiento del Cabildo, iniciando así el proceso de autonomización de Santa Fe.
El 26 de abril de 18155, Candioti fue ratificado por una elección popular. Esta etapa fue corta ya que estaba enfermo y el 25 de junio lo suplantó interinamente Pedro Tomás de Larrechea. Candioti fallece el 27 de agosto.
Resulta muy significativo que sean las memorias de Iriondo6 y Crespo7 los recursos más frecuentes, a la hora de historiar estos sucesos y no las de Andino.
En el diario de Andino la presencia de las fuerzas artiguistas, popular y en gran medida aborígenes, es permanente. Artigas fue durante gran parte del proceso de autonomización, el referente máximo de los lanceros mocovíes y las fuerzas bélicas del artiguismo el marco orgánico bajo el cual actuaron, generalmente.
Añapiré
Durante marzos de 1816, se produjo la –así llamada por la historiografía clásica- “Rebelión de Añapiré” sucedida en cercanías del actual Campo Andino, al noroeste de la ciudad de Santa Fe. Civiles y militares se organizaron para expulsar a las fuerzas directorales que ocupan la ciudad de Santa Fe. Como en marzo-abril de 1815, la Liga de los Pueblos Libres vuelve a tener un alto protagonismo en esta segunda expulsión y derrota de las fuerzas porteñas. En lo militar se destaca la figura del jefe de las fuerzas orientales en el territorio santafecino, don José Francisco Rodríguez y en lo político diplomático otro oficial de Artigas, don Ramón Fernández del que, hasta el presente, no tenemos más datos que los de su actuación en nuestra provincia.
La asistencia de las fuerzas navales artiguistas, y la participación de tropas y oficiales del líder oriental deciden el triunfo santafesino. Desde un primer momento Vera pide la asistencia de Hereñú. Santa Fe no contaba con recursos navales para detener la incursión de las naves porteñas por el rio Paraná y sus afluentes. Incluso, luego de la derrota de los directoriales, continúa destacandose la presencia de oficiales de Artigas firmando las actas de cabildo y documentos oficiales, monitoreando la elección de autoridades, incluida la del gobernador Vera. Esta campaña culmina con la firma de un pacto el 9 de abril de 1816 que, como veremos, será cuestionado por Artigas. Consideramos, en consecuencia, que centrar lo sucedido en la rebelión de las dos compañías locales de blandengues -como es usual en la historiografía provincial- reduce, en exceso, el escenario de los hechos y limita el análisis, político-social, de lo sucedido.
A principios de marzo de 1816, Juan José Viamonte8, ordena la detención y el confinamiento de santafecinos sospechado de conspiración contra la presencia de las fuerzas a su mando. Juan Francisco Tarragona, gobernador impuesto por el Directorio firma el 3 de marzo la “Lista de los Individuos que en esta fecha salen confinados a la Capilla del Rosario”9. En el listado se encuentran José Gabriel Lassaga, Juan Alberto, Basaldúa, Ramón Cabal, José Santos Maciel, Francisco Antonio Aldao, José Veliz, Cosme Maciel, Mariano Vera, Franco Antonio Maciel, Fráncico Antonio Quintana, José Quintana, Pedro Aldao. Al día siguiente de la orden de detención citada, el 4 de marzo, Juan José Viamonte dirigiéndose al director Supremo informa sobre los sucesos ocurridos en Santa Fe, las dificultades que enfrenta y su decisión de sofocar rigurosamente los excesos, disponiendo sean quitados los soldados y cabos sublevados de la Compañía de blandengues en Añadiré, y pasados por las armas los cabecillas de la rebelión10.
Por su parte, Juan Francisco Tarragona, el 4 de marzo, se dirige al Director Supremo, recordándole que en oficio anterior le había comunicó la fuga de Mariano Vera y de Cosme Maciel. Refiere que “Vera y su hermano Calixto se han incorporado en Cayastá a los blandengues sublevados que no duda actúan en combinación con Hereñú (…) Ya no tenemos dudas de que están convenidos con Hereñú”11.
Un día después, el 5, José Eusebio Hereñú informa desde la Villa del Paraná a José Artigas “Don Mariano Vera a fines del pasado mes de febrero mandó un propio diciendo tenía miras de tomar la Ciudad de Santa Fe y que por dicho objeto necesitaba de mi auxilio y de la protección de este Pueblo. Al momento se le contestó que (…) debía dirigirse por las instrucciones que en el mismo oficio se le daban, y sin cumplir ninguna de ellas se arrojaron a la desesperada, y tomaron el Falucho Fama, que se hallaba en la Boca del Rio, sin hacer antes una reunión formal, ni menos un plan de seguridad: al momento me dieron parte, y que necesitaban Tropas de auxilio en la otra Banda; y como no tenía un comprobante de su verdadera unión suspendí el auxilio por tierra, dándoselo únicamente al Falucho (…) aguardo solamente para pasar al otro lado, y poner sitio a Santa Fe, é intimar la rendición al General Viamonte. (…). Ahora ya ay más motivo de creer el comprometimiento de los Santafecinos porque antes de ayer atacaron al comandante Picón, el que se escapó”12.
El 11 de marzo desde Santo Tomé, en donde están acampando fuerzas de Artigas, el comandante José Francisco Rodríguez, se comunica con Viamonte informándole que: (…)” En este momento acabo de recibir de mi jefe [José Artigas] que me ordena intime a V.S. la rendición. En esta virtud tratará V.S. de verificarla la rendición en término de dos horas, porque de lo contrario no tendré más remedio que estrechar las fuerzas a ese Pueblo, que me será lo más doloroso, pues solo se me ha dirigido a auxiliar a los habitantes de esa ciudad…”13.
En el Cabildo el 18 de marzo se labra un acta que da cuenta de que se ha sublevado el Cuerpo de Blandengue, con su segundo jefe, teniente Estanislao López “(…) y que fueron los jefes de la revolución Mariano Vera, Cosme Maciel y Mariano Ezpeleta, los cuales con la ayuda de las tropas orientales y bajo la protección de Artigas atacaron al Ejército de Observación y a Santa Fe”.14
El 22 de marzo, José Eusebio Hereñú se dirige al Cabildo de Santa Fe comunicando que como Juan José Viamonte se niega a entregar la ciudad de Santa Fe al jefe de las fuerzas orientales, ha resuelto avanzar “teniendo esa Plaza sitiada con cuadruplicada fuerza por mar y tierra, voy en marcha a atacarlos y abrasarlos perezca quien perezca, con doscientos y cincuenta hombres de los colorados fuera de las tropas sobredichas sitiadoras de ese Pueblo”15.
Por su parte, José Francisco Rodríguez, – hombre de Artigas- comandante de los Colorados oficia a Juan José Viamonte desde su Cuartel General, el 22 de marzo de 1816, “reitera por última vez la exigencia de que entregue la plaza de Santa Fe, depositando el armamento y demás útiles de guerra al Cabildo. De lo contrario manifiesta que sus fuerzas, superiores, vengarán la sangre vertida injustamente.”16.
Desde la “Villa del Paraná, el 4 de abril, José Eusebio Hereñú, oficia al Gobernador Intendente de Corrientes comunicándole que, “el 31 del próximo pasado marzo entraron nuestras Tropas que (…) sitiaban (…) la ciudad de Santa Fe (…) y su plaza después de un ataque fuerte (…) se rindió él General de Observación Viamonte a discreción”17.
El 9 de abril, José Francisco Rodríguez oficia a Eustaquio Díaz Vélez sobre el envió de “la partida de Cosme Maciel ante su persona a efecto de acordar las medidas que más convengan a la felicidad general”18.Esta gestión culmina en la firma del pacto de Santo Tomé.
El 18 de abril, Artigas envía un oficio a Vera presentando sus desacuerdos con lo pactado. “Acabo [escribe Artigas] de recibir el parte de haberse celebrado tratados entre el Cor.l Díaz Velis, y el ciudadano Maciel. Penetro sus funestas consecuencias y no puedo autorizarlos sin ser responsable de las desgracias, de las víctimas, y de la sangre. Por consecuencia mando retirar todas las Tropas de esta Banda dejando á V.S. en el libre exercicio de sus dros. p.a deliberar lo comben.te Saludo á V. con todo mi afecto. Purificac.n, Abril 18, de 1816. José Artigas. S.- Gov.or D n Mar.no Vera”19.
Manuel Cervera dice “El doctor López [Vicente Fidel López], [quien] en su historia, afirma que Díaz Vélez aseguraba haber estipulado este convenio porque Hereñú del Paraná y Vera de Santa Fe habían asegurado secretamente que, se emanciparían del influjo del general Artigas” (Cervera, T.II 1980,437). Efectivamente Hereñú se “apartará” de las filas del oriental.
Por otra parte, Vera -siempre observado por Artigas y los artiguistas locales- “será retirado de su casa el 7 de mayo por órdenes de Ramón Fernández, oficial de Artigas y trasladado a Paraná desde donde volvió el 11, cuatro días después”. (Andino, 2008, 55, 56,57).
El Directorio recibe información el 16 de mayo sobre “peligros de una guerra civil entre orientales y santafesinos”20. Luego el 20 de mayo los diputados de Buenos Aires residentes en Santa Fe informan al Director Supremo que “Ramón Fernández ha repasado al Paraná; que el pueblo de Santa Fe le exigió la devolución de Mariano Vera”21. En este conflictivo contexto, Vera pide al Cabildo entrar en tratativas con la comisión de Buenos Aires; le contestan el 24 de mayo que: “no puede abrir sesiones ni entrar en tratados con esa comisión, sin dar antes cuenta al General de las Provincias Orientales, (…) En consecuencia, le es de indispensable requisito informar al referido General (…) Para dicha comisión se ha diputado a Cosme Maciel”22. El 25 de mayo los diputados de Buenos Aires informan al Directorio que Artigas está dispuesto a “negociar la Paz”23. Continúan las tratativas hasta la firma de la paz entre los días 28 y 29 de mayo de 1816, pero se elude una cláusula -la del artículo 13- que claramente expresa: “la amistad y unión que existe entre el gobierno de Santa Fe y el Jefe de los Orientales exige la presencia de Artigas en el presente tratado”. Los diputados porteños argumentan que “las apuradas circunstancias políticasy la consideración de que los comisionados pasarán inmediatamente a ajustar tratados con dicho jefe han determinado la omisión de la presencia de Artigas”24. (Lo subrayado es nuestro). El mismo 28 y 29 de mayo se acuerda un Tratado secreto entre los diputados de Santa Fe y los comisionados de Buenos Aire, con la ratificación del gobernador de Santa Fe, Mariano Vera y con la firma en carácter de garantía de Miguel del Corro – diputado del Congreso de Tucumán- en donde se establece que: “Si el General d. José Artigas no conviniese en lo estipulado por el tratado público, Santa Fee queda en la obligación de su cumplimiento e para con Buenos Ayres. Santa Fe, mayo 28-29 de 1816”25.
Este obrar a espaldas de Artigas por parte de Vera, los delegados porteños y el representante del congreso de Tucumán, resulta de todos modos infructuoso. La sesión celebrada por las autoridades civiles y militares de Santa Fe, el 10 de junio, acuerdan declarar sin valor los tratados celebrados con los diputados de Buenos Aires el pasado 28 de mayo.
Es incuestionable, como vemos, la presencia de Artigas a través de sus oficiales y de las fuerzas de la Liga de los Pueblos Libres. Se destaca la gestión de José Francisco Rodríguez, oficial al mando de Hereñú, que derrotó a Díaz Vélez. También se hace notoria la labor de Ramón Fernández que detuvo a Vera y luego, estará presente, representando a Artigas en la elección del segundo gobernador autónomo, el 3 de mayo de 1816. De este hecho da cuenta la siguiente acta del Cabildo: “El teniente coronel Ramón Fernández, jefe Representante del General de los Orientales, para proceder “al nombramiento que el pueblo debe hacer, en este día, de la persona que ha de ejercer su gobierno” e igualmente de las que han de ocupar cargos concejiles. (…) Se resuelve hacer sabe al público que resultó electo Mariano Vera. Santa Fe mayo 10 de1816”. Firman Ramón Fernández y José Elías Galisteo26.
La presencia de tropas guaraníes en los campos de batalla de Santa Fe
Entre las pocas investigaciones sobre la presencia de tropas guaraníes en los campos de batalla de Santa Fe se encuentran las de historiadores misionero como Jorge Machón, Daniel, Cantero y Pablo Camogli. Este último ha realizado en su trabajo de Tesis de Maestría27, una profunda investigación sobre la presencia de las fuerzas de Andresito Artigas en Santa Fe.
Escribe Camogli que, en diciembre de 1818, partió desde el puerto de Goya una fuerza expedicionaria al mando del comandante Francisco Sití28. Se trataba de una porción del ejército guaraní-misionero que respondía a las órdenes del Comandante General de Misiones y Comandante Militar de Corrientes, Andrés Guacurarí y Artigas. La misión de este contingente, liderado por Sití, era incorporarse al ejército de Santa Fe, en momentos en que Estanislao López ha comenzado ya, a resistir los embates conjuntos de las tropas directoriales de Córdoba y Buenos Aires. (T.M. P. Camogli).
El 6 de noviembre de 1818, Andresito, hace leer en los cuarteles y las plazas, una proclama anunciando la expedición a Santa Fe, en la que conmina a las tropas a mantener la disciplina y la buena conducta29.
Como prueba de la presencia de las tropas guaraníes en Santa Fe, Camogli presenta un corpus documental inédito: la “lista de fuerzas que manifiestan los regimientos de Dragones” y “Blandengues Guaraníes Occidentales”, según la revista efectuada en el cuartel general santafesino los días 26, 27 y 28 de abril de 1819. En los mismos se contabilizan 184 individuos distribuidos en tres cuerpos de Dragones y tres de Blandengues. Cada uno de estos nombres figura con su respectivo rango y su destino militar al momento de la revista. De este grupo de 184, Camogli identifica a 56 que tienen apellido guaraní, incluidos cuatro de los jefes de regimiento. El primero de estos cuerpos, bajo la jefatura del teniente Félix Cuyré, pasó lista el 27 de abril. El regimiento más numeroso de Blandengues tenía como jefe al teniente Mariano del Carmen Casota, mientras que el que figura con la denominación de “8° compañía” se encontraba bajo el mando del capitán Tomás Batarecu, con un número total de solo 22 soldados. En cuanto a los Dragones, dos cuerpos se indican como conformados por 35 individuos, pese a que uno de ellos registra 37 nombres. Estos regimientos eran comandados por Lorenzo Ticurey y por el capitán Lorenzo Guacurarí, cuyas firmas figuran al final de los listados respectivos. Por su parte, la “3° compañía de Dragones Guaraníes Occidentales” tenía como jefe al ¿capitán? José Antonio Ferreira (o Fereira o Ferira o incluso Texeira según se interpretó de la grafía confusa con que se redactó, tanto en el listado como en la firma a pie de página). Este cuerpo es el de menor cantidad de integrantes, ya que solo se contabilizaron 20 individuos. (Cfr. T:M: P: Camogli).
Con esta documentación, Camogli confirman la presencia incuestionable de tropas guaraní-misioneras en Santa Fe, a fines de abril de 1819. (T. M. P. Camogli).
El historiador misionero señala que, del listado de las tropas de Andresito en Santa Fe, se desprende que su composición no era exclusivamente de guaraníes. De 175 nombres identificados, solo 56 son guaraníes, lo que representa el 32 por ciento de las tropas. El resto son nombres criollos. Supone que se trata de soldados correntinos incorporados en los meses previos, durante la ocupación de dicha provincia por parte del ejército de Andresito
Camogli, destaca que la conducción de cada regimiento estuvo en manos de oficiales guaraníes. Cuatro de los seis jefes eran guaraníes (el 66 por ciento). Por su parte, hay 38 hombres con algún rango superior al de soldado, de los cuales 18 son guaraníes (el 47 por ciento). Mientras que solo el 26 por ciento de los soldados eran guaraníes (34 de 131). De los 56 guaraníes, 22 ocupaban cargos de conducción o función específica, o sea que el 39 por ciento de los guaraníes cumplía alguna función de mando. Entre los criollos esa proporción se reduce a solo el 18 por ciento (22 individuos entre 119). (T. M. P. Camogli).
A partir de estos datos Camogli establece una serie de conclusiones. La composición mixta de los regimientos, refleja el acelerado mestizaje que se produce en la región guaranítica a partir de la expulsión de los jesuitas. Se trató de una fuerza guaraní-misionera a la que se le agregaron tropas de origen criollo.
En la composición de cada regimiento se destaca una mayor preeminencia guaraní en dos de los Regimientos de Blandengues, con excepción de la denominada “8° compañía”, cuya alta numeración permite inferir una reciente conformación, a partir, es probable, de la recluta efectuada entre la peonada correntina luego de la ocupación misionera de aquella provincia, en agosto de 1818.
En los blandengues de Félix Cuyré, por ejemplo, el cuerpo de individuos con rango mayor al de soldado es de 5 guaraníes sobre 6 en total. Mientras que en el contingente encabezado por Mariano Casota se registran 13 guaraníes para un total de 41 individuos. De todas formas, la mayor preeminencia se registra en los Dragones de Lorenzo Guacurarí, con 17 guaraníes entre 35 hombres.
Los Aldao, delegados de Artigas frente a los lanceros sanjavierinos
Es necesario, para la historia del artiguismo en Santa Fe, poner en relieve la figura de Luis Manuel Aldao Candioti y su entorno político, el clan Candioti – Aldao. Además, destacar el rol de los Aldao y sus compaisanos -las artiguitas santafecinos- en la convocatoria de los lanceros mocovíes convocados por las autoridades de Santa Fe, frente a agresión de los directorios porteños.
Observamos, qué Andino, en su “Diario” no centra sus relatos en López. En Andino, aparecen otros conductores de primera línea, generalmente ignorados por la historiografía clásica local. Historiografía que, basada en Crespo e Iriondo, habría encumbrado, post factum, la figura exclusiva de López. La mayor parte de los acontecimientos bélicos que estamos estudiando: la llegada de Manuel Artigas el 25 de junio de 1815, los enfrentamientos desde Añapiré hasta Cepeda, fueron episodios de una cadena de hechos dirigidos desde las necesidades estratégicas y tácticas de la Liga de los Pueblos Libres y Artigas de liberar, entre otros pueblos, a Santa Fe. Es necesario tener presente que Santa Fe tuvo, desde 1815 a 1820, la ayuda regional de misioneros, correntinos, orientales y fundamentalmente entrerrianos, al luchar por su autonomía.
Recordamos que, a partir del 20 de febrero de 1816, Viamonte -gobernador impuesto por los porteños a nuestra provincia- se debe dedicar a detener desertores santafesinos, que se pasaban a la otra Banda del Paraná.
Los seguidores de Artigas en Santa Fe (entre ellos los Aldao, Maciel, Seguí, Andinos) conspiraban poniendo en crisis la ocupación directorial. La relación entre Artigas y “los indios» locales estuvo, hasta 1820, siempre mediada por los integrantes de la Liga en Santa Fe. Vamos a los datos que nos brinda Andino quien escribe al respecto: “Hoy lunes 11 de marzo [de 1818] (…) Vino D. Félix Aldao con un oficio del comandante de este ejército D. José Francisco Rodríguez30 que le decía al general D. Juan José Viamonte, que él venía mandado por su general D. José Artigas que le entregase la plaza dentro de 24 horas. “(…) uno de los Aldao venía de parlamentario (Andino, 1931, en págs. 45-47).
Escribe el historiador Alejandro Damianovich que, los hermanos Aldao eran sobrinos de Francisco Antonio Candioti31 , quien no había tenido hijos varones legítimos.
La figura de Luis Aldao se merece un estudio biográfico detallado que, nos debemos. Diversos documentos muestran la oposición del clan Candioti – Aldao, a la política inicial de López y la desconfianza que éste artiguista, inspiraba en el nuevo gobernador.
López no careció de oposición, si nos atenemos a los frustrados intentos de sacarlo del poder, en mayo de 1819 y septiembre de 1822. Esta provino de sectores vinculados al artiguismo en el primer caso, (“revolución de los títeres”) y al verismo en el segundo (“revolución de San Jerónimo”). Las respuestas de López fueron enérgicas pero disímiles. A los artiguistas como Seguí y los hermanos Luis y Pedro Aldao, los mantuvo bajo control y los captó hacia su propio entorno, especialmente después de la definitiva caída de Artigas en 1820. A los veristas los redujo, fusilando a Obando, su principal líder, tras el fracaso de la conspiración de 1822, y expatriando a Cosme Maciel. Llama la atención la suavidad del castigo que López les administró a los Aldao y a Seguí al desterrarlos brevemente a Coronda. “Llama también la atención -escribe Damianovich- que en agosto dictara López el Estatuto Provisorio, reclamado por Seguí desde 1818, y que el 17 de septiembre López contrajera matrimonio con Doña María Josefa Rodríguez del Fresno, hermana de Joaquina, la esposa del Dr. Pedro Aldao. ¿Había sido el matrimonio de López el sello de una alianza política?” (Damianovich 2010). En qué medida López expresaba los intereses de la clase dirigente santafesina -conformada por una elite familiar poseedora del poder político y económico durante doscientos años- y ante la cual no podía presentarse más que, como el mismo López lo afirmara, en la proclama con la que anunció su Estatuto, su poder inicial era ilegítimo. Como López declara también, quiso legitimar su posición política sometiendo el cargo de gobernador a algún tipo de elección. Pero a la vez quiso dar un marco a su futura gestión auspiciando el dictado de una Constitución. “Tales eran los medios que creyó suficientes para aplacar los temores de la clase dirigente, mayoritariamente adicta a Artigas, y dentro de la cual Seguí y los doctores Aldao y Diez de Andino eran piezas influyentes” (Damianovich 2015). Pero sus expectativas de efectivo liderazgo estuvieron a punto de frustrase cuando conoció el proyecto de Constitución presentado por una Comisión de notables. Aunque el documento no se conoce, sabemos por las propias declaraciones de López, que, fundado quizá en la división de poderes que Artigas impulsaba, limitaba las atribuciones del gobernador. Lo cierto es que López, sin más trámite, lo rechazó para inmediatamente sancionar el Estatuto que se conoce, asumiendo en sí mismo el Poder Constituyente. ¿Hubo negociaciones antes de la sanción del texto definitivo? Cuando éste (López) dicta el Estatuto en agosto de 1819, estaba fresco el recuerdo del fracasado conato del mes de mayo del que fueron inspiradores los abogados Seguí y Aldao. ¿Habían obrado en combinación con Artigas, disgustado por el contenido del armisticio de San Lorenzo? (Cfr. Damianovich, 2010).
El 12 de septiembre de 1818, frente a la inminencia de un nuevo ataque de las tropas directoriales, Estanislao López, con la mediación de los artiguistas locales y fundamentalmente de Luis Aldao, logra acordar con una parte importante de los grupos chaqueños, su colaboración. Iriondo informa al respecto que las autoridades de Santa Fe convocan “(…) a los caciques y otros indios principales: terminada la misa y el Tedeum (…) salieron todos como en procesión hasta las quintas (…) Ese día y el siguiente fueron muy obsequiados los indios en lo que se dijo se habían gastado dos mil pesos” (Iriondo 1968: 57). También Lassaga en su “Historia de López” (1881) se refiere al episodio de “las paces con los indios”. López “hizo por medio de don Luis Aldao un tratado (…) esta alianza se celebró en el pueblo de Calchines, y López fue hasta ese punto para ratificarla” Lassaga, (Lassaga, pág. 98-99).
1818, 19 y 20, los combates definitorios del proceso autonómico
Septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 1818 son meses de intensas operaciones militares, combates y batallas entre Santa Fe y las Fuerzas directoriales lo que explicaría el acelerado acrecentamiento de los gastos del Ministerio de Hacienda del Estado Santafesino: arreglos de armas, gastos en vestuarios, aprovisionamiento para las tropas regulares y auxiliares de carne bovina destinadas a “abastecer a los indios”.
Durante los últimos meses de 1818, López contó en sus formaciones, con Blandengues guaraníes -a los que ya nos hemos referido- y bandas mocovíes generalmente mediada por Luis Aldao, a los que el líder del artiguismo local llamaba “mis cívicos del norte”.
Los momentos de confrontación bélica más significativos se producen en Córdoba en los parajes de Litín y Fraile Muerto, los primeros días del mes de septiembre. A partir del 17 de noviembre se suceden los combates en los Pasos del Salado, se destaca los enfrentamientos de Paso de Aguirre. La batalla final, en la que se derrota esta invasión directorial, se produce el 19 de noviembre de 1818 en Arroyo Aguiar. Entre el 2 y 3 de diciembre se retiran las tropas de Balcarce hacia el sur32.
López inicia la campaña de 1818 en Córdoba contra Bustos en la que marcha con “(…) 400 jinetes y 50 indios armados de lanzas”. (Cervera, 1980, Tomo II, pág. 402). (Lo destacado es nuestro). Lassaga señala la presencia de los indios en la campaña de Córdoba comentando: “Lo que más distingue a López es la rapidez de sus movimientos, pues de repente se aparecía en una parte y al instante estaba combatiendo a muchas leguas de distancia. En Fraile Muerto hizo uso de esta rapidez, pues a la madrugada estaba López atacando a Busto, sorprendiéndole una guardia y atacando encarnizadamente. La presencia de los montoneros y los tremendos alaridos que lanzaban los indios (…) sorprendieron a Busto (Lassaga, 1988: 58; Cervera, 1980 Tomo II: 498ss). (Lo destacado es nuestro).
Las fuerzas conjuntas de López vuelven a Santa Fe, el 25 de noviembre (días antes de los combates del Paso de Aguirre). A la tarde una división santafesina intentó sorprender las fuerzas porteñas destacadas en Coronda, pero al ser descubiertos sus movimientos se retiró. Al considerar Balcarce librado el paso avanza hacia Santa Fe. Los enfrentamientos continúan en las inmediaciones de la ciudad. Dado que el Salado está muy crecido y por allí no podrán pasar las tropas de Balcarce, López se atrinchera en un paso del Salado más al norte que el de Santo Tome, llamado Paso de Aguirre33. El bloqueo de dicho Paso lo realizó con dos cañones, tropas de pardos y morenos y la indiada emboscada en los montes de la otra banda del Salado (Cervera 1980, Tomo II: 495.). (Lo destacado es nuestro).
El viernes 27 se producen los combates en el Paso de Aguirre y en el Paso de las Piedras, que se ubicaba más al norte del primero. Andino dice: “Marchando el ejército del General D. Ramón Balcarce a pasar el Paso de Aguirre, mandó al mismo tiempo 400 de caballería a pasar al paso falso para seguir por esta banda a sorprender de sorpresa al gobernador López (…) y en el acto (…) los avanzaron sin noticia alguna (…) y los indios que le acompañaban [a López] unos dicen como quince, otros como treinta – con energía los atropellaban, matando muchos – hasta retirarse sólo con pérdida de artilleros (…) y otro de los mismos y un cacique valiente” (Andino 2008: 114). (lo destacado es nuestro).
La siguiente batalla, se produce luego de que Balcarce cruza sus tropas por el Paso de Aguirre y ocupa la ciudad de Santa Fe. López ha retrocedido al cuartel de Añapiré, en las inmediaciones de la actual Colonia San Pedro, al norte de la ciudad de Santa Fe.
Cervera nos informa sobre estos acontecimientos: “(…) desprendió Balcarce una tropa de caballería de 1000 hombres según Crespo y de 800 según Iriondo la que en la noche del 28, marchó por el camino de afuera del Monte de Vera [oeste] al mismo tiempo que Estanislao López en la misma noche marchaba por el camino de la costa [este] no habiéndose sentido ambas fuerzas (…) López (avisado de la marcha del enemigo) tomó el mismo camino (…) en las taperas de Aguiar y sacando de su división 100 dragones y 36 indios escogidos, dio orden al jefe de la división Comandante Larrosa que marchara a paso de Caballo. López con los escogidos, iba adelante al galope” (Cervera 1980, Tomo II, 496). (Lo destacado es nuestro).
López practica aquí una táctica, frecuente en sus confrontaciones que, el General Paz describe con minuciosidad, evidenciando admiración militar – pese a su aversión a las montoneras-. Dicha táctica consistía en amagar un ataque y luego simular una desordenada retirada para, rápidamente, dar media vuelta y contratacar, sumando fuerzas ocultas en los flancos. De este modo sorprendía a los incautos enemigos que, venían persiguiendo a un contrincante que, supuestamente había decidido huir. Se trata de una de las habilidades bélicas que practicaban todos los lanceros guaycurúes y que López incorpora a los movimientos tácticos de sus montoneras y que, generalmente, ejecutaban sus fuerzas auxiliares mocovíes34.
En las siguientes campañas, ocurridas en 1819, tuvieron una gran participación fuerzas orientales, en su mayoría guaraníes y bandas mocovíes que se movilizaron juntos a tropas regulares de la Provincia.
Las acciones bélicas se inician con el Combate de Pergamino ocurrido entre la mañana y tarde del 5 de febrero Cervera 1980 Tomo II: 499). Unos días antes -según cuenta Andino-: “mandó del Paraná el general Ramírez a su hermano Ricardo López Jordán [padre] con 400 soldados armados, de auxilio. Fueron botes de este puerto a pasarlos por el arroyo del Potrero [actual Rincón Potrero] y la Laguna Grande [actual laguna de Guadalupe] (…) el 27 de diciembre. Los embarcaron el 29 y 31, en dos divisiones, a Santo Tomé, para ir por tierra. 500 de las tropas de Andresito Artigas, de Corrientes, [Goya] llegaron embarcados a este puerto, tropas aguerridas y armadas (…) El 13 (de enero de 1819) marchan y los barcos a Corrientes, se dice a traer más tropas”. [Sigue la movilización de efectivos orientales]. “El 22 se dice van doscientos indios de auxilio al gobernador por el camino de Coronda y que 800 van por afuera. Se ignora el destino” (Andino 2008: 137 – 138). (Lo destacado es nuestro). Se trate de las fuerzas “indias” de las que da cuenta el General Paz en su relato de la segunda Batalla de la Herradura35 señalando también la presencia de “indios chaqueños” en las fuerzas de López36 .
Las batallas más destacadas son las de “Combate de Colastiné” en los últimos días de 1819 y los primeros de 182037 y la “Batalla de Cepeda” del 1 de febrero de 1820. Luego sucede la “Batalla de Cañada de la Cruz” el 28 de junio de 1820 y la “Batalla de Gamonal” el 2 de septiembre. En todos estos acontecimientos, como veremos, participaron tropas de indios guaraníes y mocovíes; los primeros, efectivos de la Liga, los segundos, siguiendo los mandatos de su “Caraí Marangatú” Artigas.
Los primeros combates de 1819 -Andino los fecha desde el 26 de diciembre. Se producen cuando las fuerzas directoriales bloquean la entrada fluvial a la ciudad de Santa Fe desde la boca del Colastiné, principal vía al río Paraná, frente a esta grave situación Artigas, por intermedio de Andresito, manda al inglés Campbell desde Goya con una flota tripulada por indios guaraníes y guaycurúes (Cervera Tomo II: 535, Iriondo 1968: 60, Andino 2008: 161). (Lo subrayado es nuestro).
No contamos con listas de fuerzas indias convocadas en el mes de enero de 1820 en donde se suceden numerosos hechos militares -además de la rebelión en las fuerzas directoriales en Arequito- pero otras fuentes como los Archivos del Gobierno de Santa Fe38 y las crónicas del Andino, dan cuenta de la presencia de individuos y grupos de indios constantemente convocados desde Santa Fe, uno de ellos es el “indio Félix”.39
En enero Andino comenta la “colaboración” del indio Félix y los suyos “cazando” soldados desertados40. “(…) que los indios en el monte del Salado, de la otra banda mataron dos soldados desertados”. Del 20 de enero “vino el indio Félix, dio parte al gobierno que los soldados habían muerto, de éstos desertados y que iba en procura de los demás”. Del 22 “(…) se dice han muerto los indios en los Calchines, cuatro desertados que iban huyendo”( Andino 2008:178). Del 23 “Que el gobernador López oficia al cabildo pidiendo la indiada, que con su ejército camina a Buenos Aires (ibid. p. 178).
En la Batalla de Cepeda del 1 de febrero de 1820, que culmina con el Tratado del Pilar, vuelve a ser relevante la movilización guaycurú-mocoví.
Rondeau -que había asumido el gobierno en carácter de Director Supremo- dirige personalmente las operaciones concentrando en Luján un ejército de 2.000 hombres. Por el bando litoral “López con 600 o más hombres. Ramírez que paso el Paraná con cerca de 800; y el contingente de división de indios guaycurúes y correntinos de Campbell de 400 o más hombres” (Cervera 1980 Tomo II: 537; Mitre 2015: 745). (Lo destacado es nuestro),
Mitre describe el tramo decisivo de la batalla de Cepeda:(…) “A los 8.30 horas, se levantó una bandera colorada en el campo federal. A esta señal, se oyeron los clarines de los Dragones de Santa Fe, los timbales de los guaraníes de Misiones y las bocinas de los indios del Chaco” (Mitre 2015: 747). (Lo destacado es nuestro).
Luego de la batalla de Cepeda se produce un reacomodamiento de las fuerzas porteñas. Frente al rearme de Buenos Aires, desde Santa Fe se decide alentar una gobernación porteña que reconozca lo pactado en el Tratado del Pilar.
Frente a este panorama, López reúne unos 1.300 hombres y se pone al frente avanzando hacia el sur atravesando el Arroyo del Medio. Al llegar a la Cañada de la Cruz, se emplazó la división de Carrera- aliado de/y enviado por Artigas- frente a las fuerzas porteñas de Pagóla. Los Dragones de Santa Fe en el centro, y a la derecha las milicias de Santa Fe, reforzadas con un destacamento chileno de la división de Carrera. A vanguardia colocó una columna de indios chaqueños41. La Batalla de Cañada de la cruz 28 de junio de 1820 sumó otra victoria a las fuerzas de López (Cervera 1980 Tomo II; 555, Mitre, óp. cit.: 817-818). (Lo destacado es nuestro).
La siguientegran batalla en la que las fuerzas de Buenos Aires vuelven a ser derrotada sucedió el 2 de septiembre de 1820 en Gamonal. Aquí culminan las luchas autonómicas.
Para afrontar este nuevo desafió López vuelve a pedir que le “reúnan indios para pelear a los porteños”. En varios partes que se suceden durante todo agosto de 1820 antes de la Batalla de Gamonal, López escribe al teniente Manuel Reyes comunicándole “que convide a los indios para pelear contra los porteños”. Lemanda que se reúnan en la estancia de Iriondo hasta que el disponga donde deben marchar, y le recomienda que los conduzca “cuidando de halagarlos con palabras amistosas y que los entusiasmen, pues entrando al territorio porteño llevarían cuanto ganado puedan, que se conviden unos a otros y que le avise lo que resulte, marche con ellos cuidando el orden”. Los requerimientos continúan el 10 de agosto en donde le ordena que se ponga en marcha con todos los indios que haya reunido. El 13 agosto le ordena a Reyes “que se movilice con toda su compañía y con cuantos indios pueda reunir”. El 27 de agosto López de pide a Reyes que entregue víveres a los indios que debe conducir al Cuartel General, “consultando la economía que acostumbran”42. (Lo destacado es nuestro).
En lo que sigue veremos efectivizarse la movilización requerida por López. El 4 de Julio de 1820, el coronel Manuel Dorrego asume el gobierno de Buenos Aires. El 18 de julio se pone en campaña al frente de una división de 1.500 hombres, mientras se hacía preceder por una vanguardia a órdenes del general Martín Rodríguez hacia la costa del Paraná, paralelamente avanza otra columna al mando del general Rondeau (Cervera 1980, Tomo II: 558ss; Mitre 2015: 834ss). López tenía el suyo sobre el Arroyo Pavón (Cervera 1980, Tomo II: 562). En estas circunstancias López, avisa al comandante Méndez de Santa Fe, “le reuniera indios para pelear a los porteños, y los tenga preparados hasta que le avise, pues tiene intenciones de entrar en el territorio de Buenos Aires y arrear cuanto pueda, en represalia, y venir él con ellos” (Ibid. p. 562). (Lo destacado es nuestro).
El 26 de agosto López ordena la marcha del ejército santafesino en numeró de 1000 hombres contra Buenos Aires, en ella derrota a una parcialidad porteña al mando de Obando, oficial del coronel Dorrego, quien se puso en marcha (a fines de agosto) en busca de López. Alcanzó a su adversario en las nacientes del Pavón [Gamonal] y se aproximó a corta distancia, tratando de sorprenderlo (Cervera 1980: 567, Mitre, 2015: 834ss).
Dorrego fue nuevamente derrotado en Gamonal el 2 de septiembre de 1820. López dispuso la marcha de sus divisiones y muy pronto estuvo a la vista del enemigo, que desplegó en batalla sobre una cuchilla, donde esperaron a ser atacados. López manda que la división de vanguardia se dirigiese hacia la derecha, para distraer, envolver si podía o atacar la izquierda enemiga y destina con el primer objeto una corta fuerza de guaycurúes y dragones de su escolta contra su derecha, desplegando el resto del ejército en batalla a su frente a menos distancia de tiro de fusil. El enemigo emprendió la fuga abandonada su comisaria, municiones y artillería, dejando el campo en distancia de 9 leguas, en que fue perseguido hasta repasar el Arroyo del Medio cubierto de cadáveres, caballada y armas (Mitre 2015: 833 – 834, Cervera 1980: 568).
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1 La República Argentina a finales del siglo XIX y principios del siglo XX llevó adelante la ocupación militar del Chaco Central y Austral, hasta entonces en poder de pueblos originarios. La primera expedición militar se realizó en 1870 al finalizar la Guerra de la Triple Alianza y en 1917 se concluyó con la conquista del territorio. La región entre los ríos Pilcomayo, Paraguay, Paraná y Salado, se hallaba habitada a finales del siglo XIX por los pueblos indígenas, guaycurúes: (mocovíes, tobas y pilagás), mataco-mataguayos (wichís, chorotes y chulupíes) y otros como los vilelas, tonocotés, tapietés, chanés y chiriguanos.
2 21 de abril de 1904: en las calles de San Javier se produjo una manifestación, denominada por la prensa “rebelión de los mocovíes”.
3 Decimos racialismo en el sentido que le da al término Tzvetan Todorov en Nosotros y los otros (1989: 115 ss.). Racismo es el término que designa el comportamiento y racialismo la justificación teórica del racismo.
4 En actas del cabildo de Santa Fe del día 14 de marzo de 1815 leemos: “El Teniente de Gobernador, Cnel. Mayor Eustaquio Díaz Vélez (…) comunicó “que por unos documentos originales que tiene”, sabe que el Jefe de los Orientales ha mandado a su hermano Manuel a unirse con los indios fronterizos para atacar a las tropas del estado de las Provincias Unidas radicadas en la ciudad y considerando que las fuerzas con que cuenta resultaban insuficientes para hacerles frente, decidió retirarse con ellas a Buenos Aires”. Ibid. Actas Recuperadas Caja 2, Acuerdos de 1815, f. 16. – 17.
5 En actas del cabildo de Santa Fe del día 24 de abril de 1815 leemos: “Se acordó que, se convoquen a todas las clases del Pueblo para el 26 de abril, a las 8, en la Aduana. Primeramente, se debería tratar de la elección del Gobernador”. Ibid. Actas Recuperadas Caja 2, Acuerdos de 1815, f. 25v – 26
6 José Urbano Ramón de Iriondo (Santa Fe, 5 de setiembre de 1798 – id., 10 de octubre de 1873) fue un. Escribió el primer esbozo de historia provincial en sus Apuntes para la historia de Santa Fe (1871). Juntamente con las «Memorias» de Ignacio Crespo y el diario de Ignacio Diez de Andino, es una de las obras capitales en la reconstrucción de la historia de la Santa Fe, pero el valor del trabajo de Iriondo estriba en que gran parte de los sucesos que comenta han sido vividos directamente por él o, por lo menos, ha tenido una versión directa de los mismos, si se tiene en cuenta que, nacido en 1798, muere en 1873 a la edad de 75 años, luego de haber protagonizado intensamente los acontecimientos más trascendentes de la historia provincial. Ramón Lassaga lo llamó «El primer cronista de Santa Fe”.
Referencias: Arenas Luque, Fermín V. Los Cabrera y los Iriondo. Sociedad Impresora Americana. Buenos Aires, 1944. Págs. 197-211. Don José Urbano Ramón de Iriondo y Narbarte. Abad de Santillán, Diego. Gran Enciclopedia Argentina. Ediar S.A. Editores. Buenos Aires, 1958. Tomo IV, pág. 182. Urbano de Iriondo.
7 Domingo Crespo Zabala, Santa Fe, Virreinato del Río de la Plata, 10 de mayo de 1791 – Santa Fe, Argentina, abril de 1871. Fue uno de los firmantes de la Constitución Provincial de 1841, sancionada en contra y sin la aprobación del Gobernador de Buenos Aires. Uno de los pocos santafesinos que ejerció los tres poderes del Estado: el Ejecutivo en 1852 (como Gobernador); el Judicial (como presidente de la Cámara de Justicia en 1857); y el Legislativo (en varias oportunidades: 1821, 1826, 1834 y en 1855, como diputado nacional). Ya casi en sus ochenta años interviene en las luchas políticas actuando como mediador en la revolución contra Nicasio Oroño, entre el gobierno y los rebeldes (1868). Por esos años escribe sus conocidas Memorias, que Manuel Cervera incluyó en su “Historias de Santa Fe”; muriendo finalmente en abril de 1871.
Bibliografía: Gianello, Leoncio (1986). Historia de Santa Fe. Plus Ultra. Zinny, Antonio (1987). Historia de los gobernadores de las Provincias Argentinas. Hyspamérica.
8 Viamonte el 25 de agosto de 1815 con el llamado “Ejército de Observación”, ocupó la ciudad de Santa Fe, poniendo a la provincia bajo el dominio porteño.
9Archivo General de la Nac. 16n. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional. Guerra. S. X, C. 8. A 4, nro. 4, año 1816. Manuscrito original. En Archivo Artigas, (en adelante AA.) Tomo 29, n. º 325.
10Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional. Guerra. S. X, C. 8, A. 4, No 4, Año 1816. Manuscrito original. En AA., Tomo 29, n. º 326.
11Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional. Guerra. S. X, C. 8, A. 4, Ne 4, Año 1816. Manuscrito original. En AA. Tomo 29 n. º 329.
12Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional. Guerra., año 1816. Manuscrito original. En AA. Tomo 29, nro. 336.
13Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional, Guerra. S. N, C. 8, A. 4, N^ 4, Año 1810. Folio N^ 2. Manuscrito copia. En AA. Tomo 29, nro. 337.
14Archivo Histórico de Santa Fe. República Argentina. Actas del Cabildo de Santa Fe. Tomo XVIII (1801-1816).
15Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional. Guerra. S. x, C. 8. A. 4, N^ 4, Año 1816.Manuscrito original. En AA. Tomo 29, nro. 346.
16Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. Gobierno Nacional. Guerra. S. X, C. 8, A. 4, Nv 4, Año 1816. Manuscrito copia. AA. Tomo 29, Nro. 347, pág. -343-.
17Archivo General de la Provincia. Corrientes. República Argentina. Correspondencia Oficial (la serie) N° 6. Año 1816. Manuscrito original. En AA. tomo 29, Nro. 350
18Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. División Colonia. Sección Gobierno. Archivo. Cabildo de Buenos Aires. S. IX, C. 19, A. 6, nro. 9, Año 1816. En AA. tomo 29, nro. 352
19 Archivo Histórico de Córdoba. República Argentina. Archivo de Gobierno. Libro 47A. Año 1816. En AA. tomo 29, nro. 360, pág. 357-
20 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. División Nacional. Banda Oriental. 18Y4 a 1816. Tratados con Artigas y con las autoridades Artiguistas del litoral. S. X, C. I, A. 6, Ne 1, Alto 1816. Manuscrito original. En AA. tomo 29, nro. 402, pág. 339,340.
21 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. División Nacional. Banda Oriental. 1814 a 1816. Tratados con Artigas y con las autoridades Artiguistas del litoral, 1816. Manuscrito original y borrador. En AA. tomo 29, nro. 403, pág. 401.
22 Actas del Cabildo de Santa Fe, Tomo XVII B, XVII f 520 v y 521. En Santa Fe el día 24 de mayo de 1816
23 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. División Nacional. Banda Oriental. 1814 a 181’6. Tratados con Artigas y con las autoridades Artiguistas del litoral. Año 1810. manuscrito criminal. En AA. tomo 29, nro. 409, pág.406.
24 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. División Nacional. Banda Oriental, 1814 a 1816. Tratados con Artigas y con las autoridades Artiguistas del litoral. Año 1816. Manuscrito original. En AA. tomo 29, nro. 415, pág. 412, 413.
25 Archivo General de la Nación. Buenos Aires. República Argentina. División Nacional. Banda Oriental. 1814 a 1’816. Tratados con Artigas y con las autoridades Artiguistas del litoral. Año 1816. \manuscrito original. En AA. tomo 29, nro. 416, pág. 413 – 414.
26Archivo Histórico de la Provincia. Santa. Fe. República Argentina. Notas de la Junta de Diezmos y otras Autoridades. 1769-1816. Año 1816. Manuscrito original. 393
27 En su Tesis de Maestría (Cuando una proclama cumple su mandato… 200 años después. Campaña del ejército Guaraní Occidental a Santa Fe (1819), Universidad Nacional de Misiones Facultad de Artes y Diseño, Maestría en Cultura Guaraní Jesuítica) Camogli pone en valor documentos inédito como las listas de tropas al mando de Andresito (extraídos del AHPSF) y las Memorias de Fermín Félix Pampín [1778-1870], comerciante español residente en Corrientes al momento de la ocupación de la ciudad por las tropas de Andresito, así como un profundo acervo histórico cultural abrevado en historiadores coterráneos suyos.
28 Francisco Javier Sití. (Misiones, Virreinato del Río de la Plata, c. 1780 – Bella Unión, Uruguay, c. 1835) fue un cacique guaraní que se destacó en la guerra de la independencia de la Argentina y en los enfrentamientos contra los invasores brasileños alrededor del año 1820. Sus inicios y su pueblo de origen son desconocidos; tenía una educación superior a las de sus compañeros indígenas, y sabía leer y escribir. Fue uno de los jefes más destacados en la campaña de 1816, en la que Guacurarí tomó el control de la Gobernación de las Misiones Guaraníes, y el más importante de sus oficiales. Participó también en la toma de Corrientes en 1818; durante esa campaña tomó la villa de Goya, desde la cual embarcó a sus tropas en la primera flotilla federal, comandada por el irlandés Pedro Campbell. De regreso en Misiones, organizó las tropas guaraníes mientras Guazurarí permanecía en Corrientes, dando forma y armas a su ejército guaraní-correntino. Bibliografía, Castello, Antonio Emilio, Historia de Corrientes, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1991.
29 “No solo para evitar la mano de la justicia, sino para que la Historia recoja esa página que irían a escribir y que en la remota posteridad se diga que lucharon por proteger las virtudes Sagradas de nuestra Santa Libertad”. Proclama de Andresito, citada en T.M. P. Camogli
30 Encontramos al Cnel. Rodríguez en varios episodios de la época como el oficial de mayor graduación bajo el mando de Artigas, en operaciones en Santa Fe. José Francisco Rodríguez, es el oficial que luego de una asonada que depone a Hereñú en Paraná, lo reemplazó. Lo encontramos en los sucesos de Añapiré, la primera compañía de Blandengues, que tenía como segundo al Tte. Estanislao López. Acompañó a Rodríguez Francisco Javier Ávalos -que “había levantado a los rinconeros”-, Cosme Maciel -instalado en el falucho “Fama”- y Mariano Vera que operaba en la zona de Coronda. El Cnel. José Francisco Rodríguez con doscientos hombres avanzó hacia Santo Tomé, siguiendo las instrucciones de Artigas. En la boca del río Colastiné fue atacada la cañonera americana para facilitar el paso de las tropas de Artigas provenientes de Paraná.). El 18/11/ 1816 regresa Rodrígueza Paraná por pedido de Artigas a pelear contra Buenos Aires y los portugueses (Boletín del AGPSF año VII- VIII N· 7/8 1975/ 76, pág. 52.53).
31 Ver también Felipe Justo Cervera “Nepotismo y economía en santa fe
siglos xvii a xx”. Disponible en: www.jpeh.ceride.gov.ar. También Mariela Coudannes Aguirre, “Pasado, prestigio y relaciones familiares. Elite e historiadores en Santa Fe, Argentina”. Disponible en: revista-redes.rediris.es/html-vol13/Vol13_3.htm
32 Cervera, Tomo II, pág. 492ss; Mitre, Bartolomé 2015, capitulo XXXVIII; Lassaga Ramón 1988, capítulos VIII y IX.
33 Tal vez en inmediaciones delo que hoy es el camino viejo a la ciudad de Esperanza.
34 Memorias póstumas del general don José María Paz, 1917, Primera parte: p.278- 280.
35 Según Cervera “El primero de enero dos escuadrones de Húsares y uno de Dragones en número de 300 hombres al mando del Coronel Lamadrid y del Comandante José M. Paz entraron a la ciudad de Córdoba y luego al sitio de la Herradura (…) El 12 de febrero, llegó López [Jordán] con las tropas artiguistas las que sumaba 1500 hombres a Cruz Alta, a treinta leguas de Herradura. El 18 de febrero [Estanislao] López apareció inesperadamente frente a La Herradura sorprendiendo a Bustos, quien apenas tuvo tiempo de formar su infantería parapetándola en la empalizada y abriendo el fuego”. (Cervera 1980 Tomo II: 500; Paz, José María, 1917, Primera parte: 277ss).
36 Paz dejo en sus memorias la siguiente descripción de un episodio de la batalla que refiere a la presencia y forma de lucha de los indios: “Entre los hombres que perdieron en la carga, que serían treinta, solo uno pudo tomar vivo y herido también, pues los otros prefirieron morir con sus armas en la mano. Vi un indio (no hablo de los salvajes, de que traían algunos del Chaco), que, habiendo perdido su caballo, había quedado a retaguardia de los nuestros cuando había pasado el momento de la carga, y que rodeado de diez o doce soldados, que le ofrecían salvarle la vida, los desafiaba con la lanza en la mano, despreciando su perdón (Paz, José María, 1917, Primera parte.278- 280). (Lo destacado es nuestro).
37 Según Iriondo este combate tuvo lugares en los primeros días de enero (Iriondo 1968: 60) Andino lo fecha el 26 de diciembre de 1819. (Andino 2008:162).
38 AGPSF. Archivo del gobierno, apéndice 1 ½, 1816-1820.
39 Se trata de Félix Cuyré quien comandaba un grupo de guaraníes como ya nos informó Pablo Camogli.
40 Se refiere a los desertores del “Motín de Arequito” la sublevación del Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata contra la autoridad del Directorio, llevada a cabo en Arequito, Provincia de Santa Fe, Argentina, el 8 de enero de 1820, tropas directoriales, se apartan de la guerra civil contra los santafecinos e intentan retornar al frente para continuar el auxilio en la lucha contra los realistas del Alto Perú. Este hecho tuvo como consecuencias la desintegración final del Directorio y como resultado de su derrota en la Batalla de Cepeda, el comienzo de “la Anarquía del Año XX” y la extinción del propio Ejército del Norte.
41 En archivos de contaduría figuran posibles abastos relacionados con esta campaña fechada un mes después: “Recibí de Dn. Bisente Alsogaray tres frascos y medio de aguardiente pr. razón de diez y ocho reas. el frasco p a los indios qe. estaban en el ejército por orden del gobernador, Sn. Lorenzo agosto 28 de 1820”. AGPSF. AC. Tomo 21 / leg. 16 / F. 01650. (Lo destacado es nuestro)
42AGPSF. Archivo del gobierno, apéndice 1 ½, 1816-1820. Primero, folio 455.