Por Lic. Silvana Sanmartino
Pensar el ideario político de José Gervasio de Artigas, Mariano Moreno y Simón Bolívar desde el presente nos invita a reflexionar sobre el lugar que desempeñaron en el proceso revolucionario.
Ejercieron roles protagónicos dentro de estos procesos; Moreno y Artigas en el Rio de la Plata y Bolívar en el ex virreinato de Nueva Granada (actualmente Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá)
Abordar su ideario político, económico y social, nos lleva a preguntarnos qué ocurrió con ellos, como fueron recibidos en su época. Los escritos de cada uno, el Plan de Operaciones de M. Moreno, o la Carta de Jamaica de S. Bolívar o a Proclama de Mercedes, Instrucciones al Congreso de J. Artigas por mencionar algunos, fueron rechazados, esto mismo fue por ¿sordera? ¿Incomprensión? O simplemente ¿resistidos por tener una mirada diferente al poder del momento?
Cada uno de ellos, desde su lugar, asumió un compromiso con la revolución de independencia, fueron amados y resistidos.
Según Frega Novales, A. (2013) “algunas de las oposiciones que se plantearon en los territorios americanos a partir de la crisis de la monarquía española, fue elegir entre monarquía constitucional o república representativa, soberanía de la nación o soberanía de los pueblos, unitarismo o con federalismo. Las alineaciones políticas en el Virreinato del Río de la Plata reflejaron esa discusión doctrinaria, cruzada por los viejos conflictos jurisdiccionales con la capital y las diferentes posturas ante la convulsión del orden social que acompañó la revolución y la guerra”.
Mariano Moreno y José G.de Artigas, uno desde Buenos Aires y el otro en la Banda Oriental, tuvieron seguidores pero también poderosos detractores.
Moreno desde su aparición pública más conocida, con la redacción de la “Representación de los Hacendados “en 1809, hasta su desempeño como secretario junto a Juan José Paso en la Primera Junta en 1810 donde y a través del órgano oficial del gobierno revolucionario, La Gaceta de Buenos Aires, escribió: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal con el título de Gaceta de Buenos Aires” 1 pero sus ideas acerca del curso de la revolución y su obra más destacada y más resistida inclusive en la actualidad “El Plan de Operaciones”.
Tempranamente (diciembre de 1810) renuncio a su cargo, la Junta lo envío a Europa en misión diplomática y a principios de 1811 muere en altamar, desde ese momento se han tejido un sin número de especulaciones en torno a su fallecimiento, justamente por el enfrentamiento abierto que mantuvo con quien fuera presidente de la Primera Junta, Cornelio Saavedra y los diputados del interior.
El grupo morenista perdía así a una de las plumas más importantes.
Artigas, hombre de la Banda Oriental (Uruguay) para 1810 abraza el proceso revolucionario iniciado en Buenos Aires, pero en su tierra natal otro va a ser el curso que sigue el plan de la revolución, ya que Montevideo se convertía en uno de los bastiones de la contrarrevolución, toma un camino que no tendrá vuelta atrás y es por este motivo que decide sumarse a los hombres de Buenos Aires, pero pronto encontrara la resistencia de los porteños. Tal es así que para fines de 1819 debe exiliarse en Paraguay donde muere en 1850.
El caso del caraqueño Bolívar no será muy diferente a Moreno y Artigas, si bien a lo largo de la revolución de independencia logro apoyos de diferentes sectores no menos cierto fue que supo conseguir enemigos que trabajaron para que acciones no llegaran a feliz destino.
Sus ideas plasmadas en diferentes obras fueron y son motivo de interpretaciones, juzgamientos y desacreditaciones, pero sin lugar a dudas marcaron un hito en el pensamiento latinoamericano.
Hombres protagonistas de los procesos revolucionarios del siglo XIX en América Latina, que escribieron y actuaron según sus convicciones, pero que para su época, algunas de ellas fueron resistidas y hasta desacreditadas.
Mariano Moreno: El Plan de Operaciones.
Mariano Moreno fue un hombre de acción. Más allá del juicio histórico que merezca su breve actuación política en los albores de la nacionalidad, lo cierto e indudable es su compromiso con el proceso de Mayo; su casi obsesiva preocupación por lograr los resultados institucionales que, según entendía, consagrarían los objetivos de la Revolución. No fue un teórico, ni pretendió serlo (…) Son escritos de quien está librando varios combates al mismo tiempo: contra los españoles, contra los más moderados del movimiento revolucionario, contra la desidia, contra los egoísmos. Están destinados a convencer, a azuzar a los comprometidos y decidir a los indecisos, a contrarrestar la argumentación de los adversarios en esos múltiples frentes de batalla intelectual (Egües, C, 2000, pp 17)
En las primeras páginas del “Plan de Operaciones” Moreno, comunica cual es el proceder que debe seguir la Primera Junta:
“En esta verdad las historias antiguas y modernas de las revoluciones nos instruyen muy completamente de sus hechos, y debemos seguirlos para consolidar nuestro sistema, pues yo me pasmo al ver lo que llevamos hecho hasta aquí, pero temo, a la verdad, que si no dirigimos el orden de los sucesos con la energía que es propia (y que tantas veces he hablado de ella) se nos desplome el edificio; pues el hombre en ciertos casos es hijo del rigor, y nada hemos de conseguir con la benevolencia y la moderación; estas son buenas, pero no para cimentar los principios de nuestra obra; conozco al hombre, le observo sus pasiones, y combinando sus circunstancias, sus talentos, sus principios y su clima, deduzco, por sus antecedentes, que no conviene sino atemorizarle y obscurecerle aquellas luces que en otro tiempo será lícito iluminarle; (…) véase pueblo por pueblo de nuestro vasto continente, y se notará que una nueva orden, un mero mandato de los antiguos mandones, ha sido suficiente para manejar miles de hombres, como una máquina que compuesta de inmensas partes, con el toque de un solo resorte tiene a todos en un continuo movimiento, haciendo ejercer a cada una sus funciones para que fue destinada.”
En este punto-me atrevo a decir – no dista de lo que señala S. Bolívar en La Carta de Jamaica, cuando relata, cual es la situación de los pueblos americanos sometidos durante siglos al poder de la corona española, “los mandones” a decir de Moreno.
Bolívar señala:
“La posición de los moradores del hemisferio americano ha sido, por siglos, puramente pasiva: su existencia política era nula. Nosotros estábamos en un grado todavía más bajo de la servidumbre, y por lo mismo con más dificultad para elevarnos al goce de la libertad. Permítame Ud. Estas consideraciones para establecer la cuestión. Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso e ella. Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito”
Retomando la posición de Moreno sobre el camino que debía seguir la revolución, ya lo expresaba en sus artículos en la “Gazeta” y esa es la línea que se lee en el Plan de Operaciones, nada de tibieza, una revolución exige sacrificios y hay que ir por todo.
Una vez que Moreno renuncia a su cargo en la Primera Junta, Saavedra escribe estas cartas:
Saavedra al gobernador de Salta, Chiclana, en las cuales se refiere a su opositor, Moreno:
Carta del 15 de enero de 1811: “El sistema Robesperriano que se quería adoptar en esta, la imitación de revolución francesa que intentaba tener por modelo, gracias a Dios que han desaparecido”. Carta del 28 de enero de 1811 “… para que veas la injusticia e iniquidad con que el Malvado de Robespierre ha calumniado y querido hacerme sospechoso en este Pueblo: Ya se fue y su ausencia ha sido tan oportuna que Dios nos ha favorecido con ella, y con la venida de Vieytes, que ha tomado a su cargo hacerles entender que las miras de su cliente Moreno no era otra que la de hacerse un Dictador, o cuando menos un tribuno de la Plebe”.
Como señala Goldman, N(2009) “la imputación de jacobino en el Río de la Plata constituyó ante todo una etiqueta denigratoria(…) los criollos moderados vieron en las prácticas radicales de Moreno y sus partidarios un anuncio de un régimen de terror y de sangre para el Río de la Plata. La apelación a un modelo temido tuvo en consecuencia una clara función política: difamar a los opositores.
Moreno fue acusado de jacobino por su temperamento político enérgico, su ferviente prédica igualitaria, el firme control que mantiene sobre todas las acciones de la Primera Junta y las medidas de terror en contra de los enemigos del régimen”.
En realidad el grupo morenista tenía una lectura de la situación política que atravesaba América que irremediablemente exigía medidas extremas.
Moreno (1810) clasifica a los hombres en tres categorías
1ª “Sentado el principio que en toda revolución hay tres clases de individuos: la primera, los adictos al sistema que se defienden; la segunda, los enemigos declarados y conocidos; la tercera, los silenciosos espectadores, que manteniendo una neutralidad, son realmente los verdaderos egoístas…”
4ª “Con los segundos debe observar el Gobierno una conducta muy distinta, y es la más cruel y sanguinaria; la menor especie debe ser castigada,…”
Claro está que el escrito trata de otras cuestiones, no solo políticas, abunda en planteos económicos, sociales y hasta educativos, pero como se lee en las cartas de C. Saavedra (presidente de la Junta) la visión que se tenía de la revolución: moderación y gradualismo por parte de los saavedristas o la necesidad de ir por todo de los morenistas.
Artigas desde la Proclama de Mercedes hasta las Instrucciones a la Asamblea del Año XIII
También es un hombre de acción como Moreno y en la Proclama de Mercedes les habla a sus compatriotas urgiéndolos a seguir las disposiciones de la Primera Junta instalada en Buenos Aires, en confiar en ella y acompañar si es necesario con las armas.
Artigas:
“para conseguir el feliz éxito y la deseada felicidad a que aspiramos, os recomiendo a nombre de la Excelentísima Junta vuestra protectora, y en el de nuestro amado jefe, una unión fraternal, y ciego obedecimiento a las superiores ordenes de los jefes…”
Pero con el correr del tiempo, 1811 es una fecha clave, (el momento donde Buenos Aires firma un armisticio y las tropas portuguesas ingresan al territorio uruguayo) la relación entre Artigas y los hombres de Buenos Aires se rompe; poco a poco y a medidas que pasa el tiempo, comienzan a boicotear sus iniciativas revolucionarias, vale la pena preguntarse si esto (en otro contexto) ¿no le ocurre también al grupo morenista?
Artigas leyó documentación valiosa para la concreción de su ideario político que le ayudaron en la comprensión y puesta en práctica de las ideas contenidas, a saber :
– Pensamiento español. – Pensamiento de Mariano Moreno- – Pensamiento de Thomas Paine según traducción de Manuel García de Sena en su obra La Independencia de la Costa Firme justificada por Thomas Paine. García de Sena traduce Los Artículos de Confederación de la primera etapa independentista norteamericana, a los que Artigas también accede (1781). – La Constitución de los Estados Unidos de 1787. 22 Carmen Mañas de Ruiz – Breve historia de los Estados Unidos por John M´Culloch, Filadelfia, 1807 y 1812 (traducida por García de Sena). – Pensamiento de Rousseau y de Montesquieu. (Mañas, de Ruiz, 2002, pp. 21)
Fue el primero en introducir los conceptos de federalismo y confederación.
Las instrucciones dadas a los diputados que debían representar a los pueblos orientales constituyen una expresión del ejercicio de la “soberanía particular de los pueblos”. El envío de diputados a la Asamblea no suponía enajenar sus derechos a participar en la ratificación de las bases de la nueva asociación política. En las instrucciones se delineó la jurisdicción que tendría la Provincia Oriental -nueva unidad política- en una confederación de provincias. Como había señalado Artigas en el discurso inaugural de Tres Cruces, ello en ningún modo podía interpretarse como una “separación nacional”.( Frega Novales, A. 2013, pp 7).
En las instrucciones a los diputados a la Asamblea del Año XIII deja expresada claramente sus pretensiones, para la Banda Oriental y en estas postulaciones se ponen sobre el tapete las discusiones e ideas políticas que atravesaron todo el proceso revolucionario y las guerras de independencia y que luego de estas dieron lugar a luchas internas entre caudillos; solo se dirimieron recién a fines del siglo XIX.
Algunas instrucciones eran inadmisibles para Buenos Aires o al menos para el sector político que en ese momento tenía preponderancia en la escena regional.
La Asamblea Constituyente reunida en Buenos Aires a comienzos de 1813 catalizó la definición de posiciones. El 8 de marzo resolvió que los diputados representaban a “la nación”, es decir, al “todo de las provincias unidas colectivamente”, no pudiendo obrar como comisionados de los pueblos que los habían electo. (Ravignani, 1937, tomo I, pp. 20-21 en Frega Novales, A. 2013).
Además, como el gobierno de las Provincias Unidas consideraba a la “Banda Oriental” como parte integrante de la intendencia bonaerense, había limitado su representación a un diputado por Montevideo y otro por Maldonado.
Desde el número de diputados que enviaba Artigas en representación de la Banda Oriental, la forma de gobierno a la que aspiraba, la igualdad entre los pueblos, la apertura de puertos, por citar algunas provoco un rechazo total en Buenos Aires y desde ese momento, los diferentes gobiernos, Triunviratos, Directorios socavaron la autoridad de Artigas, quien en 1819 se exilia en Paraguay.
Tanto a Moreno como a Artigas no se los puede considerar moderados, hombres de acción, entendían que el camino de la revolución era complejo, difícil pero eligieron transitarlo y eso les trajo un altísimo costo personal y político.
Sus ideas y planteos fueron rechazados por el grupo centralista (en diferentes momentos) liderado por los hombres de Buenos Aires.
Simón Bolívar y la Carta de Jamaica
S. Bolívar trabajo por la emancipación de los territorios que conformaron a partir del siglo XVIII el Virreinato de Nueva Granada (actualmente Panamá, Colombia, Venezuela y Ecuador) y trabajo de manera conjunta con San Martin para la independencia de Perú y Bolivia.
La Carta de Jamaica fue escrita en un momento crucial de la guerra por la independencia en los países caribeños y a pesar de no ser el único documento escrito por Bolívar, si se lo considera uno sino el más importante por lo que este significo y significa para América Latina.
En el documento, Bolívar expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República, que se dieron luego de recibir la negativa de las autoridades de Nueva Granada de colaborar con una nueva ofensiva contra el Ejército español, lo que obligó a Bolívar a dirigirse a Jamaica con la finalidad de conseguir la cooperación del Gobierno inglés para proseguir la lucha por la libertad americana.
Escribe la carta 6 de septiembre de 1815 en Kingston, capital de Jamaica, en respuesta a una misiva de Henry Cullen, ciudadano británico que residía en Falmouth, al noroeste de esa isla. En ella hace un análisis minucioso de la situación en la que está la independencia en cada territorio americano, también da las razones de la complejidad del proceso y porque es así y no de otra manera, expone las condiciones de los pobladores americanos, del yugo impuesto por siglos por la monarquía española; uno de los puntos más destacados en la proposición de crear o integrar a toda América en un gran estado, pero no deja de saber lo difícil que esto es por la gran diversidad geográfica, las distancias y diferencias entre los pueblos, igualmente no deja de trabajar para conseguir la integración, proponiendo más adelante el fallido Congreso de Panamá.
Bolívar expresa en la carta:
“un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse”, se tornaba imposible dado que “climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América”
Otro punto a destacar es la forma de gobierno a adoptar una vez proclamada la independencia:
“Todos los nuevos gobiernos marcaron sus primeros pasos con el establecimiento de juntas populares. Estas formaron enseguida reglamentos para la convocación de congresos que produjeron alteraciones importantes. Venezuela erigió un gobierno democrático y federal, declarando previamente los derechos del hombre, manteniendo el equilibrio de los poderes y estatuyendo leyes generales en favor de la libertad civil, de imprenta y otras; finalmente se constituyó un gobierno independiente. La Nueva Granada siguió con uniformidad los establecimientos políticos y cuantas reformas hizo Venezuela, poniendo por base fundamental de su constitución el sistema federal más exagerado que jamás existió; recientemente se ha mejorado con respecto al poder ejecutivo general, que ha obtenido cuantas atribuciones le corresponden. Según entiendo, Buenos Aires y Chile han seguido esta misma línea de operaciones; pero como nos hallamos a tanta distancia, los documentos son tan raros y las noticias tan inexactas, no me animaré ni aun a bosquejar el cuadro de sus transacciones.”
Pero también es cierto que vislumbra dificultades a la hora de que prospere el sistema republicano:
“las instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces actuales” un ejemplo es su tierra Venezuela
“ha sido la república americana que más se ha adelantado en sus instituciones políticas, [pero] también ha sido el más claro ejemplo de la ineficacia de la forma democrática y federal para nuestros nacientes estados [y]…En tanto que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y virtudes políticas que distinguen a nuestros hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina”. Es por eso que el plantea imitar a los ingleses:
“con la diferencia de que en lugar de un rey, habrá un poder ejecutivo electivo, cuando más vitalicio, y jamás hereditario, si se quiere república; una cámara o senado legislativo hereditario, que en las tempestades políticas se interponga entre las olas populares y los rayos del gobierno, y un cuerpo legislativo, de libre elección, sin otras restricciones que las de la cámara baja de Inglaterra”.
En este punto se puede observar similitud con el pensamiento morenista, ya que si bien creían en el sistema de gobierno republicano, no descartaban la monarquía parlamentaria al mejor estilo inglés. Esto surge de la posición tomada por el grupo morenista (Belgrano entre otros) en el Congreso de Tucumán.
Y también como Moreno y Artigas supo cosechar enemigos.
Cardona Zuloaga (2016) enumera los artículos de la época donde Bolívar era criticado por sus compatriotas de una manera brutal, como es el caso, del escrito “Vindicación y repulsa de las inicuas acusaciones de la maledicencia,” de Rafael Diego de Mérida (1772-¿?), que en 1819 se publicó en Caracas, el folleto que denunciaba los desmanes del libertador, el Supremo como irónicamente llamaba a Bolívar, quien en su concepto hacía odiosa la causa emancipadora entre los venezolanos con “sus delirios de despotismo, é incapacidad, tanto más torpe, quanto que la inquietud, y el temor de perder la autoridad que se ha usurpado, le embargan el poco discernimiento que la naturaleza le dispuso”(…) Cardona Zuloaga(2016) afirma que “el documento que publicamos aquí recoge en gran medida los resquemores y antipatías que había despertado Bolívar durante casi diez años al frente de la presidencia de Colombia. Valga decir que la mayor parte de este período lo pasó en las campañas libertarias de Ecuador, Perú y Bolivia, lo que seguramente aumentó la desazón, no sólo por la ausencia del presidente, sino por el gran despliegue de recursos que suponía para Colombia sostener ejércitos libertadores más allá de sus fronteras, lo que produjo, finalmente, un desequilibrio enorme en las arcas de la emergente república, en la que aún gran parte de su territorio estaba en guerra contra los españoles, mientras la otra, liberada, disponía de los escasos recursos para sufragar los gastos que la empresa bélica requería.”
Como se lee, este es un ejemplo entre muchos de las críticas que recibía Bolívar por su accionar.
Apreciaciones finales
La intención de escribir sobre Moreno, Artigas y Bolívar, es reconocer la importancia que tuvieron en el proceso revolucionario latinoamericano, sin lugar a dudas dejaron sus huellas en el tiempo, tanto que hoy no se puede abordar el pensamiento latinoamericano y pretender no mencionarlos.
Como ya fue dicho cada uno de ellos, en diferentes lugares pero casi al mismo tiempo salvo por una pequeña diferencia de años, abrazaron la lucha independentista sin miramientos.
Sus escritos (se abordaron los más conocidos) son una muestra de sus convicciones. Los tres fueron hombres de acción y asumieron en consecuencia lo que sus actos provocaron.
En un contexto histórico complejo para el continente americano, pero también para Europa, el camino para conseguir la independencia supuso un enorme trabajo y sacrificio para todos aquellos que participaron activamente para conseguir los objetivos.
No fue fácil en un mundo donde la forma de gobierno por excelencia eran las monarquías, luchar por imponer el sistema republicano, sobre todo en un territorio donde el analfabetismo, la nula participación política de la población y la prevalencia (en un nutrido grupo que lidero las revoluciones de independencia ¿burguesía liberal?) de mezquindades e intereses particulares por sobre el bien común, llevo a numerosos enfrentamientos, donde en algunas oportunidades se pagaban con la vida.
Los tres lucharon por la ampliación de derechos en grupos sociales que no los tenían, un ejemplo de ello es en el Plan Revolucionario de Operaciones de Moreno (como se lee en el artículo 18 y 19 del documento)
18ª “Por consiguiente, el Gobierno debe tratar, y hacer publicar con la mayor brevedad posible, el reglamento de igualdad y libertad entre las distintas castas que tiene el Estado, en aquellos términos que las circunstancias exigen, a fin de, con este paso político, excitar más los ánimos; pues a la verdad siendo por un principio innegable que todos los hombres descendientes de una familia están adornados de unas mismas cualidades, es contra todo principio o derecho de gentes querer hacer una distinción por la variedad de colores, cuando son unos efectos puramente adquiridos por la influencia de los climas; este reglamento y demás medidas son muy del caso en las actualidades presentes.”
19ª“ En la misma forma debe tratarse sobre el reglamento de la prohibición de la introducción de la esclavatura, como asimismo de su libertad, con las circunstancias que tenga a bien establecerla, pero siempre protegiendo a cuantos se acojan a nuestras banderas, declarándolos libres,(…) “
Y en el caso de Artigas y Bolívar, el planteo de la igualdad entre grupos sociales diversos no solo está proclamados en diferentes escritos sino en sus acciones.
Para finalizar tomo unas palabras de la historiadora Lucia Sala de Tourón (ya fallecida) en una nota sobre Artigas (La Onda® Digital), quien nos dice
“La lucha por la independencia es un proceso complejo, en que no están por un lado los españoles que eran el 85% de la población y por otro lado los criollos. No, no; es un proceso mucho más matizado en que se ubican, digamos, para ser muy sintéticos, lo que podríamos llamar masas populares. Que además eran heterogéneas, porque estaban por un lado los esclavos, las plebes urbanas, las poblaciones rurales desde campesinos, a peones y a gauchos o llaneros todavía no sometidos al peonazgo. Esa incorporación se hace a través de sus propias aspiraciones y a veces son un episodio de una lucha que empieza antes y sigue después, coincidencias y contradicciones con las fuerzas independentistas o con las fuerzas reyentistas”.
“
BIBLIOGRAFIA
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Recuperado el 2-7-17 de http://constitucionweb.blogspot.com.ar/2010/05/proclama-de-mercedes-jose-g-artigas.html
Artigas, J.G: Instrucciones al Congreso -13-4-13
Bolívar, S: “Doctrina del Libertador” Carta de Jamaica http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/ven/79150596101682496754491/index.htm
Cardona Zuloaga (2016) Simón Bolívar visto por sus contradictores. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, vol. 18, núm. 35, pp. 401-421, 2016Universidad de Sevilla
Egües, C (2000) Mariano Moreno y las ideas político-constitucionales de su época. Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba. Rep. Argentina. Ediciones de la Academia Nacional de DERECHO Y Ciencias Sociales de Córdoba. Volumen XX
Frega Novales, A. (2013). Las instrucciones de los diputados orientales a la Asamblea del Año XIII. Anuario del Instituto de Historia Argentina (13). En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.6153/pr.6153.pdf
Goldman, Noemí La Revolución de Mayo: Moreno, Castelli y Monteagudo. Sus discursos políticos Ciencia y Cultura, núm. 22-23, 2009, pp. 321-351 Universidad Católica Boliviana San Pablo La Paz, Bolivia
Mañas de Ruiz, C (2002) Un momento en el ideario de Artigas: Las instrucciones orientales del 13 de Abril para la Asamblea General Constituyente. Aproximación a nuevos conceptos de análisis. Revista de Historia Americana y Argentina, Nª 39, 2002, U.N. De Cuyo
Moreno M. “Plan revolucionario de operaciones” http://www.biblioteca.clarin.com/pbda/ensayo/moreno_escritos/b-605101.html
Sala de Tourón, L: Diálogo sobre cómo y quién fue Artigas, con la historiadora